En el servicio de evaluación diagnóstica, trabajamos con el objetivo de realizar una exploración psicológica detallada a través de la observación del niño y la aplicación de diferentes pruebas de valoración psicológica para determinar los baremos en los que niño se sitúa dentro de su rango de edad.
Por eso, no sólo tenemos en cuenta los resultados obtenidos en las pruebas o tests administrados en consulta sino que también tenemos en cuenta los resultados obtenidos en los cuestionarios que facilitamos a las familias de los niños o adolescentes así como también a los profesionales que tienen como referentes al Centro escolar. Además, toda la información que nos dan de carácter cualitativo es de gran importancia en el momento de interpretar los resultados.
Tenemos en cuenta que en el momento de la realización de las pruebas de evaluación, los niños se encuentran en un entorno que no conocen y esto, en algunos casos, podría alterar los resultados de las pruebas; por eso la información aportada por el entorno del niño, en el que él se siente seguro, es de gran importancia para nosotros.
La exploración también incluye algunas pruebas en las que valoramos el estado emocional y relacional del niño ya que consideramos que es un área de mucha importancia en el desarrollo y que, en ocasiones, interfiere de forma directa en la conducta observable y en los resultados de la evaluación.
El proceso de evaluación diagnóstica consta de tres fases: