La adolescencia es una etapa de cambios y oportunidades, un proceso de transición entre la infancia y la edad adulta en la que se producen intensos cambios físicos, psicológicos, emocionales y sociales. Se inicia en la pubertad y termina alrededor de la segunda década de la vida. No forman un grupo homogéneo ni se trata de un proceso uniforme, existiendo una amplia variabilidad en el desarrollo y en los tiempos que puede generar dificultad de adaptación por la falta de sincronía con el grupo de referencia es una etapa de descubrimiento y construcción de la propia identidad.

Las emociones se viven con mucha intensidad y aparecen muchos momentos de confusión en el proceso de búsqueda de la propia identidad y en su necesidad de autonomía que pueden crear sentimientos contradictorios basados en la necesidad de libertad y, a su vez, la necesidad de protección por parte de los adultos de referencia.